Todo el mundo ha soñado alguna vez con tener un jardín hermoso, verde y
exuberante. Sin embargo, la realidad suele imponer su criterio en forma de
falta de tiempo y carencia de recursos y termina por dar al traste con tan
bello sueño. También es posible que no sea todo lo hábil que pensaba.
A continuación
presentamos ocho buenos consejos para tu jardín.
1.
¿Qué desea hacer con su jardín? ¿Un lugar para que jueguen los niños?, ¿un
huerto? o ¿un mar de flores?
Resulta difícil combinar todos estos deseos y anhelos. Por ello, es recomendable ponerse ciertos límites, por lo menos al principio. Y es que, crear su Edén particular le llevará su tiempo. Antes de empezar a trabajar, es preciso considerar las distintas funciones que debería cumplir el jardín. Si debe incluir, por ejemplo, lugares donde sentarse, para jugar o arriates.
2. Tómeselo con calma...
Si es un nuevo propietario de una casa o un apartamento con un jardín o una plantación, haría bien en tomarse la primera temporada con mucha calma. No es extraño encontrar, cubiertos por la tierra oscura, los sueños del anterior propietario del jardín. No en vano, muchas plantas son perennes y florecen todos los años. En otras zonas, en cambio, tendrá que cavar a conciencia para revitalizarlas.
Resulta difícil combinar todos estos deseos y anhelos. Por ello, es recomendable ponerse ciertos límites, por lo menos al principio. Y es que, crear su Edén particular le llevará su tiempo. Antes de empezar a trabajar, es preciso considerar las distintas funciones que debería cumplir el jardín. Si debe incluir, por ejemplo, lugares donde sentarse, para jugar o arriates.
2. Tómeselo con calma...
Si es un nuevo propietario de una casa o un apartamento con un jardín o una plantación, haría bien en tomarse la primera temporada con mucha calma. No es extraño encontrar, cubiertos por la tierra oscura, los sueños del anterior propietario del jardín. No en vano, muchas plantas son perennes y florecen todos los años. En otras zonas, en cambio, tendrá que cavar a conciencia para revitalizarlas.
3.
¿Hasta dónde puede llegar usted solo?
La clave está en lograr el equilibrio entre tiempo disponible, conocimientos y posibilidades económicas. Para muchos jardineros, buena parte del encanto reside, precisamente, en hacer todo el trabajo por su cuenta. Otros, por su parte, prefieren contratar los servicios de diseñadores de jardines o de paisajistas profesionales. Sin embargo, no suele ser habitual estar completamente solo: siempre puede pedir ayuda a los vecinos, cuando menos.
4. ¿Cuáles son las condiciones climáticas de la zona donde vive?
Se pueden dar muchos tipos diferentes de rusticidad en un mismo país. Por este motivo, una buena medida consiste en consultar en algún centro de jardinería o vivero municipal. Estas dependencias suelen ofrecer todos los datos necesarios acerca de la vegetación, el clima y el suelo de la zona. Comprar plantas a ciegas, sin informarse debidamente antes, suele salir caro.
5. Altura, tiempo y color
Cuando se va a plantar un arriate, es preciso tener en cuenta tres cosas muy simples: la altura, el tiempo y el color. Asegúrese, en primer lugar, de seleccionar especies cuyos periodos de floración se solapen, con el fin de dilatar la temporada. También es aconsejable combinar colores con matices complementarios. Por último, asegúrese de que las plantas más altas no priven de luz a las más bajas.
6. La calidad da sus frutos
No es difícil encontrar herramientas baratas y flores de oferta en cualquier supermercado, es cierto. Como también lo es que ninguna planta florecerá en suelos oligotróficos ni de mala calidad. Las herramientas deberían durar más de una temporada. Para ello, compre herramientas y materiales de buena calidad. Siempre es mejor comprar menos cosas, pero mejores y más caras, puesto que durarán mucho más tiempo.
7. Comparta con sus amigos y vecinos
No todo el mundo tiene que tener su propio cortacésped o cultivador. Pídaselo prestado a algún vecino o lleguen a un acuerdo entre varias personas para compartir los gastos derivados de adquirir productos de buena calidad. Asimismo, puede intercambiar plantas y bulbos con amigos y vecinos, así como compartir trucos y estrategias y ayudarse los unos a los otros cuando tengan que levantar objetos pesados. Eso sí, no se olvide de invitarlos a una fiesta en el jardín como agradecimiento.
8. Herramientas útiles para tu jardín
• Una pala para cavar
• Un rastrillo
• Un cortacésped
• Unas tijeras para podar rosales
• Cortarramas
• Una manguera de riego y aspersores
La clave está en lograr el equilibrio entre tiempo disponible, conocimientos y posibilidades económicas. Para muchos jardineros, buena parte del encanto reside, precisamente, en hacer todo el trabajo por su cuenta. Otros, por su parte, prefieren contratar los servicios de diseñadores de jardines o de paisajistas profesionales. Sin embargo, no suele ser habitual estar completamente solo: siempre puede pedir ayuda a los vecinos, cuando menos.
4. ¿Cuáles son las condiciones climáticas de la zona donde vive?
Se pueden dar muchos tipos diferentes de rusticidad en un mismo país. Por este motivo, una buena medida consiste en consultar en algún centro de jardinería o vivero municipal. Estas dependencias suelen ofrecer todos los datos necesarios acerca de la vegetación, el clima y el suelo de la zona. Comprar plantas a ciegas, sin informarse debidamente antes, suele salir caro.
5. Altura, tiempo y color
Cuando se va a plantar un arriate, es preciso tener en cuenta tres cosas muy simples: la altura, el tiempo y el color. Asegúrese, en primer lugar, de seleccionar especies cuyos periodos de floración se solapen, con el fin de dilatar la temporada. También es aconsejable combinar colores con matices complementarios. Por último, asegúrese de que las plantas más altas no priven de luz a las más bajas.
6. La calidad da sus frutos
No es difícil encontrar herramientas baratas y flores de oferta en cualquier supermercado, es cierto. Como también lo es que ninguna planta florecerá en suelos oligotróficos ni de mala calidad. Las herramientas deberían durar más de una temporada. Para ello, compre herramientas y materiales de buena calidad. Siempre es mejor comprar menos cosas, pero mejores y más caras, puesto que durarán mucho más tiempo.
7. Comparta con sus amigos y vecinos
No todo el mundo tiene que tener su propio cortacésped o cultivador. Pídaselo prestado a algún vecino o lleguen a un acuerdo entre varias personas para compartir los gastos derivados de adquirir productos de buena calidad. Asimismo, puede intercambiar plantas y bulbos con amigos y vecinos, así como compartir trucos y estrategias y ayudarse los unos a los otros cuando tengan que levantar objetos pesados. Eso sí, no se olvide de invitarlos a una fiesta en el jardín como agradecimiento.
8. Herramientas útiles para tu jardín
• Una pala para cavar
• Un rastrillo
• Un cortacésped
• Unas tijeras para podar rosales
• Cortarramas
• Una manguera de riego y aspersores
Fuente: http://goo.gl/Go1l2y
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