La mayoría de las plantas de interior
provienen de países tropicales donde la temperatura se mantiene constante, la
humedad es alta y el agua no es un problema. Estas condiciones las podemos
mantener en casa de forma fácil, ya que nuestros hogares reúnen algunas de las
condiciones que necesitan este tipo de plantas, como la temperatura o la
humedad.
Sin embargo, lo más complicado es reproducir en nuestra casa las
condiciones lumínicas de las plantas en la naturaleza. Por lo general viven a
la sombra de otras plantas más grandes, pero con luz solar suficiente para
sobrevivir, así que suelen adaptarse bien a la falta de luz, pero no a la oscuridad
o luz muy tenue de nuestros hogares.
- Busca una habitación bien iluminada, sin corrientes de aire fríos, pero bien ventilada. La mejor opción es siempre ubicar la planta cerca de una ventana. Ten en cuenta que una planta situada a 2 metros de la ventana recibe 4 veces menos de luz que una justo al lado de la ventana.
- Las plantas de hojas grandes, soportan mejor la falta de luz que las de hojas pequeñas, aunque parezca lo contrario.
- Pulveriza cada mañana las hojas de tus plantas. Las plantas tropicales necesitan ambientes muy húmedos, difíciles de mantener en casa, por lo que necesitan que se rocíen con agua para evitar que amarilleen o se sequen las puntas de las hojas.
- Coloca un plato bajo la maceta con una pequeña capa de grava para mantener la humedad ambiental, de esta forma. Así no necesitarán tanto riego, que es uno de los problemas más comunes de las plantas de interior.
- Riega solamente cuando la planta lo necesite, es decir, cuando el sustrato está seco. Para ello basta con tocar la tierra: si se adhiere al dedo, está húmeda, en caso contrario, necesitará agua.
- Para regar es mejor que se riegue de abajo a arriba, es decir, colocando un plato bajo la maceta y echando el agua en él para que por porosidad se empape el resto del sustrato.
- Nunca debe de haber agua encharcada en contacto con las raíces de la planta. Después de cada riego controla que no haya agua en exceso en los platos, pues puede provocar la pudrición de las raíces por asfixia radical.
- Cuidado con la temperatura: las plantas de interior necesitan una temperatura controlada cercana a los 20ºC, así que evita colocar las plantas cerca de fuentes de calor o del aire acondicionado.
- Si la planta ha crecido demasiado, pódala. De esta forma controlarás su tamaño.
- Si la planta está enferma, prueba a ponerla en el cuarto de baño. Éste es el lugar más húmedo de toda la casa, y funciona como un hospital para las plantas.